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Además del mito de “la primera vez”, a lo largo
de nuestra vida sexual pasamos por muchas otras primeras veces: el primer orgasmo (nos
referimos en compañía), la primera vez que tienes sexo y
tu pareja sufre
un “gatillazo”,
la primera vez que practicas el sexo oral...
Todas ellas son situaciones naturales pero un tanto inquietantes. ¿Cómo
superarlas?
La primera
vez - Orgasmo
A pesar de que en las películas se
producen con una facilidad pasmosa (¡qué envidia esas chicas que ya jadean con
un simple beso!), lo cierto es que en el mundo de la no ficción el primer orgasmo puede
tardar en llegar y pillarte por sorpresa... aunque lleves meses practicando el sexo. Y quizá
eso pueda propiciar una situación comprometida.
Recuerda Karina, de 25 años: “Me puse a gritar
como una loca. Nunca había sentido nada parecido y él, algo asustado, me
preguntó si estaba bien. Pasé mucha vergüenza porque me pareció que estaba
haciendo algo fuera de lo normal”. Cómo superarlo Dejando a un lado la torpeza
de la pareja de
Diana, según los sexólogos, en esto del sexo cuanto más exteriorices tu placer, mayor
será éste.
Moraleja:
no te cortes, ni por ti ni por él. Procura olvidarte de cualquier
condicionante, como paredes de papel, vecinos viejitos con marcapasos y
denuncias por escándalo sonoro y ¡disfruta la ocasión!
Laprimera vez–SexoOral
Él empieza a besarte el cuello; baja un poco más,
te besa el pecho; baja un poco más, te besa el estómago, baja un poco más y...
¡Cielos! ¡Se ha detenido justo ahí! Reacción de muchas de nosotras: entrar en
un estado de paranoia en el que caben todas las inseguridades. ¿Oleré bien? ¿A
qué sabré? ¿Le gustará? ¿Estaré bien depilada? “Recuerdo que lo único que
quería era poder ir corriendo al cuarto de baño a darme una ducha para
asegurarme al menos de que olía a rosas para poder tener un buen sexo oral”,
dice Ana, de 22 años. “No disfruté porque sólo estaba pendiente de si a él le
estaría resultando desagradable o no.”
Cómo
superarlo: Es normal que la primera vez
que recibes un cunnilingus te sientas algo nerviosa. Pero las mujeres tenemos
que convencernos de una vez por todas de que a la mayoría de los hombres les
gusta practicar el sexo oral y, sobre
todo, se excitan excitándonos. (Lee la respuesta de Irma Kurtz en este número
si necesitas más argumentos.) Mientras te lo crees, hay un truco para que te
relajes y disfrutes: tumbarte boca abajo de forma que no veas la cara de tu
pareja y no puedas intentar descifrar si está disfrutando o no.
De esa forma, podrás concentrarte en lo que tu
cuerpo siente y disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida
sexual: el sexo oral.
La primera
vez - Fantasías Sexuales
Estás en tu oficina, él viene a buscarte, le
dices que espere porque tienes que ir al baño y, una vez en el aseo, él entra y
te hace el amor apresuradamente procurando que nadie os vea. Uy, ésa no era una
de tus fantasías sexuales, ésa era una escena de la película
que pusieron el otro día en la tele. Pero si así fuera, ¿se la contarías a tu
chico? ¿Cómo lo harías? “Tenía decenas de fantasías sexuales que me hubiera
encantado llevar a la práctica pero no me atrevía a contárselas por miedo a que
me tomara por alguien poco normal u obsesionada por el sexo. Si él
no llega a tomar la iniciativa explicándome las suyas y pidiéndome que
lleváramos alguna a cabo, nunca le hubiera contado las mías”, dice Daniela, de
26 años.
Cómo superarlo:
Aunque las fantasías sexuales son eso, escenas puramente
imaginarias, convertirlas en realidad puede ser tan excitante que no hay motivo
para que se queden sólo en nuestra mente. Si no te atreves a desvelárselas a tu
chico, prueba con un juego: inventaos entre los dos una historia subida de tono
y aprovecha para introducir en ella tus propias ideas. Puedes ser sutil dando
sólo un par de detalles y dejando el resto a su imaginación o contarlas de modo
explícito... y sugerente. Después, llevad la historia a la práctica
introduciendo las “mejoras” de cada uno.
Un consejo: si alguna de tus fantasías sólo
incluye al guapo vecino del quinto, mejor guárdatela. Hay que guardar algún
secreto que otro, ¿no?
La primera
vez - hablar de los "Ex"
Es fastidioso, lo sabemos, pero las cosas son
así: ha habido otras chicas antes que tú. Lo malo es que
quieres saber más. ¿Cómo eran? ¿Bellas como diosas? ¿Candidatas al premio Nobel
por su inteligencia? Curiosidad sentimos todas, pero si la tuya raya en la
obsesión puede resultar embarazoso para tu pareja.
“Reconozco que lo mío eran auténticos interrogatorios policiales: talla de
pantalón, tipo de lencería que utilizaba, aficiones, personalidad... Parecía
que estaba más interesada en ella que en él, así que tuvimos que dejar de
hablar del tema porque mi novio empezaba a tomarme por loca”, cuenta Mònica, de
26 años.
Cómo superarlo:
Si no vas a respirar tranquila hasta que no lo sepas todo de su ex
(incluido lugar de nacimiento, años que tardó en terminar la carrera y sus
detalladas medidas corporales), quizá deberías reconocer que sufres de una cierta
inseguridad. Pero si tu única pretensión es conocerle algo más y no
compararte con sus anteriores conquistas, ambos tendréis que hablar del tema.
Ten en cuenta que ese diálogo no debe servir para juzgaros mutuamente. Y sé
consciente de que también tú deberás contarle tus historias anteriores. y
alguna vez tiene que ser tu primera vez.
Un consejo:
ellos siempre se sentirán más seguros si a tus ex los puedes contar con los
dedos de una mano y si no te recreas en detalles de sus maravillosas
personalidades y cuerpos.
La primera vez
- Juguetes Sexuales
Quizás la idea te ronda por la cabeza desde hace
tiempo, el problema es cómo planteárselo. ¿Llevándole al sex shop de la esquina
y, tras saludar afectuosamente al personal de la tienda, que te llama por tu
nombre, comprar varias bolas chinas y unos cuantos vibradores de diferente tamaño
para que capte la indirecta? Puede que se asuste. Sin embargo, si eres
demasiado sutil también es posible que no entienda la indirecta.
Cómo superarlo:
Si nunca habéis utilizado juguetes
sexuales o juguetes eroticos, es normal que tu chico pueda sorprenderse
si al llegar al hotel donde vais a pasar el fin de semana abres tu maleta y empiezas
a sacar todo tipo de artilugios orientados al disfrute sexual.
Así que, si no sabes si le gustará la idea y no
quieres que salga espantado de la habitación, hay otras formas de sugerirle que
probéis experiencias nuevas con los juguetes eróticos.
Un ejemplo: ten a mano un vibrador y, cuando empiece a besarte por
todo el cuerpo, alcánzalo y empieza a utilizarlo. Cuando estés llegando al
orgasmo, haz un cambio y deja que sea él quien te siga haciendo disfrutar.
Cuando vea lo bien que lo podéis pasar juntos los tres, no dudará en incorporarlo
a vuestra
vida sexual.
La
primera vez - Enfermedades de Transmisión Sexual
Quizás pienses que lo sabes todo sobre él
(conoces su segundo apellido, ¿no?), pero el que os hayáis visto desnudos y
deduzcas que le han operado de apendicitis porque tiene una cicatriz no
significa que lo conozcas a fondo. Por supuesto, si tú tienes una enfermedad de transmisión sexual es imprescindible
que tengáis una conversación sobre el tema. Pero tampoco está
de más que habléis de ello aunque no haya ninguna sospecha, por aquello del más
vale prevenir que curar. “Sé que todo el que tiene una relación sexual está
expuesto a un contagio pero me da corte sacar el tema a los pocos días de
conocernos”, dice Violeta, de 23 años. Su postura es comprensible, pero hay
formas de hablar del asunto sin resultar una inquisidora.
Cómo superarlo:
Escoge un momento adecuado, por ejemplo, cuando habléis de temas de salud o de
vuestro pasado sentimental (flirteos de adolescentes, ex parejas...). Déjale
claro que no es una forma de juzgarle ni tampoco desconfianza: simplemente es
un tema importante y no quieres que haya secretos en esto. Si te confiesa que
padece alguna enfermedad de transmisión sexual, consulta con un médico para que
os aconseje la forma correcta (y segura) de actuar. En caso de seas tú la que
padece alguna enfermedad de transmisión sexual, prepárate para responder a
todas sus preguntas y darle las explicaciones que necesite.